27 de noviembre de 2012

Y me contengo una y mil veces más.
No soporto la idea de tenerte solamente a ratos.
Mis brazos te buscan, mis ojos te echan de menos y yo solo espero algún día tenerte cerca, sentir el calor de tu cuerpo, tus fuertes latidos, y tus labios besándome cada poro de mi espalda. Poder acariciar tu frente cada mañana y despertarte simplemente para decirte que puedes dormir un par de horas más…

(Te necesito)

17 de noviembre de 2012

Lo peor de las canciones... es que en algún momento terminan.
Cómo me gustaría que fueran interminables, para toda la vida.







[Escrito por ti]

11 de noviembre de 2012

Estados de ánimo

Unas veces me siento
como pobre colina,
y otras como montaña
de cumbres repetidas,
unas veces me siento
como un acantilado,
y en otras como un cielo
azul pero lejano,
a veces uno es
manantial entre rocas,
y otras veces un árbol
con las últimas hojas,
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne,
con un embarcadero
ya sin embarcaciones,
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde,
te acerques y te mires..
te mires al mirarme.

Mario Benedetti.


4 de noviembre de 2012

-No me hagas esto
-¿Por qué?
-Porque vas a estropearlo todo y te necesito
-Esperaré lo que haga falta, no pienso rendirme
-No quiero que lo hagas, pero es solo porque no quiero que desaparezcas, y eso es muy egoísta
-Oye, se lo que él te hizo y yo nunca te haría algo así, jamás te haré daño, lo prometo , no te decepcionaré, puedes contar conmigo

3 de noviembre de 2012

Noviembre

Y entre suspiro y suspiro te miro, te miro como si fuera el último día del resto de nuestras vidas. Penetrando en tu mirada intentando adivinar tus pensamientos. No tengo ni la más remota idea de cuanto durará, ni como hemos llegado hasta el punto en el que te echo de menos, solo sé que todavía recuerdo cada palabra, palabras que hoy en día ya no son para mi… supongo que tenían su momento y su lugar, y que no volverán jamás… Pero como me gustaría que por un mínimo instante todo fuera como aquellos instantes, donde me sentía viva, con ganas de comerme el mundo y que todo saliera bien. Pero no puedo quejarme, tengo lo que me merezco (supongo)